Foto: David Larrosa, 10 años

martes, 19 de febrero de 2013

Talentura

   A principios de febrero Talentura anunció su programa para este año. Para los que no estáis en facebook, os lo transcribo por si queréis echarle un vistazo. 
   Yo estoy muy contenta de formar parte de Talentura, una editorial que ha crecido a pulso y que apuesta con decisión por el microrrelato. 
   Me acompañan autores y amigos excelentes. ¿Qué más se puede pedir?



Estimados amigos y amigas de Talentura:
Abordamos el 2013, año que se prevé roqueño y en el que cumpliremos nuestro primer lustro, con muchísimas ganas, conscientes de que tendremos que navegar contramarea y esperanzados por no tener que bracear solos, sino con la ayuda de nuestros autores y de todos vosotros.
Es por eso que hemos descansado en enero y lo haremos en febrero. Descansar es un decir. Digamos que nos hemos tomado dos meses para leer y hacer trabajo del que no se ve, y volveremos a partir de marzo dando mucha lata.
Ese trabajo metidos en la cueva ha tenido sus frutos y por primera vez en nuestra cortilarga historia vamos a anunciar nuestras próximas seis novedades, acontecimiento que no sabemos si se volverá a producir. Os avanzamos las obras y las fechas aproximadas de publicación, fechas siempre sujetas a las eventualidades que puedan ir surgiendo:
Comenzamos con dos novelas, o mejor dicho, con una novela y una novela con estrambote:
Rompeolas, de Pere Cervantes (colección Cortoletrajes, marzo).
Equilibrio/Entre cuatro paredes una sábana invisible, de Alberto García Salido (colección Autores, marzo).
Y después, reforzando nuestra apuesta por el género, encadenaremos cuatro libros de microrrelatos:
El 18 de mayo presentaremos en Madrid nuestra antología de microrrelatos, coordinada por Manu Espada y Rosana Alonso.
Y aunque no entendemos de cupos, seguimos apostando por las escritoras. Tenemos el placer de sumar a nuestro proyecto a tres voces muy diferentes y referentes del microrrelato:
Viaje imaginario al Archipiélago de las Extinta, de Susana Camps (colección Relatos, abril).
Partículas en suspensión, de Lola Sanabria (colección Relatos, junio).
Precipicios, de Mar Horno (colección Relatos, septiembre).
Por supuesto, ya estamos leyendo más manuscritos para completar un magnífico 2013. A medida que se vayan acercando cada una de las publicaciones os iremos proporcionando más datos sobre cada libro. Sabemos que contamos con vuestro apoyo para que estas seis novedades tengan la relevancia que sin duda se merecen.
Y aprovechamos la ocasión para agradecer a Pere, Alberto, Manu, Rosana, Susana, Lola, Mar y todos lo autores que finalmente estén incluidos en la antología vuestro apoyo y vuestro talento.
Un abrazo talenturoso,
El equipo de Talentura

martes, 5 de febrero de 2013

TEORÍA DE LAS CUERDAS





Las calles eran exactamente como las recordaba, estrechas, peatonales, de adoquines, flanqueadas por fondas que, ahora, atraían a los turistas. Me sorprendió tropezarme con un traboule desprovisto de encanto; los recordaba góticos. Me interné en él y me vi al otro lado del túnel, veinte años más joven. Desaparezco.

En Buenos Aires fue distinto. Me encontré delante del teatro Colón. Hago cola con unas amigas. La neuróloga lleva una falda escocesa, nos reímos con el corazón en la boca. Pasé de largo sin dedicarme ni una mirada a los ojos. La eterna melancolía del tango me aprieta el corazón. Sé que ahora han restaurado el teatro.

Mi vuelta a Kennewick debe tener algún motivo, aunque no puedo detectarlo. Hay rostros familiares, algunos congelados en el tiempo. Tengo la sensación de que regresan de un estallido universal que ha invertido su proceso; de otro modo es imposible reunir tantas almas con vocación dispersa. Ya no hay nadie que me importe, tampoco está la High School. Me veo pasar en automóvil automático. Rojo.

Viajo para encontrarme, viajo porque no estoy.

Finalmente es Praga: desorden de tiempos. Me cruzo en formato familia feliz, y sé que yo no soy ella. Sin embargo tengo su cara, su forma de andar, su manera de acariciar al otro en ese lugar del cuello, entre la oreja y la nuca, cuyo olor me viene a la memoria. Es un futuro extraño, parezco feliz. Entonces sé que me he reconciliado y que ya puedo irme, he cumplido. Sólo necesito un lugar bien alto, bien firme, desde el que arrojarme.  

Dedicado a Juan Ojeda, que escribió: "hay que ir a tantos lugares para darse cuenta de que uno se espera donde nunca ha sido". Gracias, Juan.