Foto: David Larrosa, 10 años

martes, 18 de diciembre de 2012

INVISIBLE


   
    El transcurso del año era una condición obligatoria, un trámite impuesto para llegar a la semana de las comparsas.
   La comparsa era su medio natural. Su verdadero medio. Allí Eustaquio se amalgamaba con los muchachos en pie de igualdad, y era imposible que los dedos burlones del pueblo lo señalaran. Confeccionaba una máscara distinta cada año, las elaboraba celosamente en un altillo al que se accedía por la puerta falsa de la pared de su comedor. Eustaquio esculpía en secreto el rostro bestial de un hombre-lobo, la avidez desenfrenada de un fauno o la sonrisa tétrica de una calavera, seguro de que nadie podría adivinar la naturaleza rústica y huidiza de su solitario creador. Le procuraban una celebridad gratificante: todas las primaveras se esperaba con expectación al supuesto forastero que surgía de la nada con un disfraz asombroso. Satisfecho de lo que le deparaba el futuro, tenía la certeza de que la curiosidad acabaría haciéndose insoportable al único par de ojos que había amado en su vida; y soñaba con el momento en que ella se aproximaría, fascinada, para sucumbir a su talento.
   Nunca previó qué haría después con su verdadera identidad.


Este micro se relaciona poliédricamente con el que encontraréis en casa de Xesc, que hace unos meses propuso esta idea. 






Aprovecho para desear a todo el mundo una feliz Navidad y muy buenas fiestas a pesar de todo, con mucha fe en lo que ha de venir y en nuestra fuerza y vountad. Para concentrarse en ello, "Los martes micro" hará vacaciones hasta la semana del 7 de enero.  ¡Feliz 2013!

     

martes, 11 de diciembre de 2012

REMEDIOS CASEROS


  

     Mi tío abuelo solía salir de copas para hablar de negocios con sus clientes. Como era un buen corredor de seguros, llegaba muy tarde a casa, normalmente bebido, y se echaba sin desvestirse a dormir. No tenía sueños agradables. La agitación del día forcejeaba en palabras que, como exabruptos, resonaban por toda la casa. Entonces mi abuela, su hermana, se levantaba de la cama y le ponía una zapatilla de felpa sobre el pecho. Según el decir popular, con este el remedio la pesadilla se apacigua y se organiza en palabras coherentes; palabras que, a la mañana siguiente, mi abuela repetía a su hermano para incordiarle con la revelación indeseada de un secreto.
   Me despierto con cierta sensación de alivio. No tengo resaca. Abrazo la zapatilla que ayer me até al pecho para dormir y miro fijamente a mi  mujer. Está sentada en la cama y me observa con inquietud, como si por fin supiera lo que está pasando. 


Palabras clave: corredor de seguros, exabruptos, apacigua, incordiar, resaca.

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Este micro responde a la propuesta de ODYS, que os invito a seguir:


DE QUÉ SE TRATA: 
De construir un laberinto de microrrelatos enlazados. Microrrelatos independientes, sin otra relación entre sí que la palabra o las palabras clave que los vinculan.
Ejemplo: A escribe un microrrelato sobre un señor que encuentra a otro señor en la bañera; B escribe un microrrelato sobre las aventuras de un hipopótamo volador en Vladivostock. La única relación entre los dos microrrelatos es la expresión “zapatillas de felpa” que aparece en ambos y los vincula a través de un enlace que permite navegar de un micro a otro.
DE QUÉ NO SE TRATA: No se trata de que continuéis este relato, ni ningún otro relato, sino, repito, de escribir relatos independientes, contenidos en sí mismos, con pleno significado propio. C puede construir un relato a partir del hipopótamo volador de B, pero ha de ser un relato que se explique a sí mismo.
Bases:
1. Un autor A escribe un microrrelato en su blog y selecciona cinco palabras del mismo. A escribe debajo del micro las cinco palabras o expresiones seleccionadas.
2. Otro autor, B, decide tomar el testigo, y escribe en su blog un micro que contenga:
            —Una de las cinco palabras o expresiones seleccionadas por A.
            —O un personaje del micro de A.
            —O bien una de las cinco palabras y un personaje del micro de A.
3. B pondrá en su relato los enlaces correspondientes. A su vez, A pondrá en el suyo los enlaces al micro de B. Los enlaces han de estar situados dentro de los micros, en las palabras o personajes que actúan de enlace.
Ejemplo: supongamos que la palabra o expresión escogida por B es zapatillas de felpa. B pondrá un enlace en su relato, en la expresión zapatillas de felpa, que lleve al relato de A, y A pondrá un enlace en su relato, en la expresión zapatillas de felpa, que lleve a B.
4. B tiene que escoger cinco palabras de su relato, y escribirlas debajo del mismo, para que un tercer autor, C, pueda tomar el testigo.
5. Asimismo, es conveniente que B publique las bases para la construcción del laberinto en un comentario a su propio relato, para que cualquiera que las lea y quiera animarse a participar pueda hacerlo.
6. Sucesivos autores podrán escribir relatos que incorporen palabras escogidas o personajes de micros anteriores, no necesariamente del micro inmediatamente anteriorPor ejemplo, un autor H podría escribir un micro que contuviera una palabra del micro escrito por G; pero también podría, si así lo desea, escribir un micro que contuviera una palabra de A, una palabra de C y un personaje de E; ponerse en contacto con los autores, crear los correspondientes enlaces, etcétera.
9. Quien ha participado en la construcción del laberinto podría volver a participar posteriormente, si así lo desea, con un nuevo relato con sus correspondientes enlaces.
Y así sucesivamente, podremos construir un laberinto de microrrelatos a recorrer a través de las puertas o ventanas que ejercen de enlaces.

martes, 4 de diciembre de 2012

FUF




El día que cumplí los 114 me dijeron que no podía seguir viviendo. Que se me había acabado la cuerda, como decíamos antes. Yo los miré con sorna y no hice caso; a ver, mis padres habían superado holgadamente los 130. Pero al cabo de una semana, plas, mensaje código naranja que te tienes que ir y que te tienes que ir.
Como conocía a un objetor muy simpático le pedí que me contara sus métodos de supervivencia. Era un lince, llevaba décadas falsificando células y quitándose años. Me pasó unos cuantos inyectores ilegales, de los que se aplican por inducción directamente a vena y ni la Detectora Civil lo pilla. Funcionó bien. Fui trampeando siete años más, dando excelente en las pruebas aunque un poco colocada. Nada grave.
Sin embargo los avances acaban siempre con la iniciativa individual. El cerco se fue estrechando. Me acorralaron en el consultorio de Eternidades Vigentes y me soltaron un fogonazo de bosones de Higgs que, claro, arraigaron sin problemas y me teletransportaron, como decíamos antes, a la energía que ahora soy.
En realidad, no es problema. Vengo a tu pantalla a decírtelo. Basta con música y luz para alcanzar la felicidad: te aseguro que es un estado francamente agradable, lleno de posibilidades, en el que incluso puedes insuflar algo a quien te lee desde el otro lado del cristal.


martes, 27 de noviembre de 2012

Presentación


       Hoy me salto la norma y no cuelgo micro, pero tengo dos buenas razones. 
    Una es que prefiero difundir la presentación de los libros de dos buenos amigos, Jone Miren Asteinza y Agustín Martínez Valderrama, el próximo jueves 29 en el Ateneu de Sant Cugat (20 h). 

     Jone Miren Asteinza es la autora de un libro de catorce relatos, La escritora y el enterrador, muy conocida en la red por sus propuestas para fomentar la lectura y la creación:  Leo y ComentoTrazando caminos y Audio Lecturas, páginas con un elevado número de colaboradores y visitantes que organiza y administra desde 2006. También tiene su propio blog literario, Cajón Secreto
      Augustín Martínez Valderrama acaba de publicar Sentido sin alguno, libro de microrrelatos objeto de una entrevista en estas mismas páginas, y  forma parte de las antologías de Relatos en cadena -como ganador del concurso en 2010- y Mar de Pirañas. Nuevas voces del microrrelato español. Todos conocéis su bitácora Previsiones meteorológicas de un cangrejo 3.0. 




   El otro motivo para darme un respiro hoy es que es mi cumpleaños (no voy a decir cuántos me caen porque me parecen muchos, demasiados); solo aprovecharé para citar el poema de Saramago, quien supo verle el lado bueno:

¿Que cuántos años tengo? ¡Eso a quién le importa!
Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento.


martes, 20 de noviembre de 2012

FERTILIDAD DE LAS ALMAS


            Abrió los refrigeradores y sacó uno a uno todos los recipientes. Habían pasado los años estipulados por la ley. Embriones sin padres, huérfanos de voluntad. Nadie venía a reclamarlos. Sería él mismo, el responsable de su vitrificación, quien les daría la libertad: como quien esparce las cenizas de sus muertos, el doctor diseminó el contenido de las neveras por el parterre posterior de la clínica. No pudo prever que, nueve meses después, gracias a la insistente menstruación de luz de la luna, un campo de mandrágoras gritaría su nombre en un aullido unísono, múltiple y desgarrador.



          

martes, 13 de noviembre de 2012

NOTA DE RESISTENCIA


Mientras se precipita al vacío, la soprano recuerda su minuto de gloria junto al monóculo del dictador.




sábado, 10 de noviembre de 2012

'MAKING OF' DE SENTIDO SIN ALGUNO



ENTREVISTA A AGUSTÍN MARTÍNEZ VALDERRAMA

     Hoy tenemos aquí a alguien que todos conocéis muy bien, magnífico escritor, estupendo lector y mejor persona. Filósofo de formación, microrrelatista de vocación y creador inagotable en todos los sentidos: alguien que parece dispuesto a dejar todo su aliento en cada pieza, y que lo recupera inmediatamente con la asombrosa inteligencia del corredor de fondo.

     Agustín me ha dejado hacerle unas preguntas siguiendo una vaga idea que me rondaba por la cabeza sobre su carrera literaria; y es que considero el suyo un proceso tan metódico y bien calculado como la creación de una película. Me parecía interesante redundar en ese aspecto, y espero que a vosotros también os lo parezca. 

     Así pues, éste es el ‘Making of’ de Agustín Martínez Valderrama, y como diría él mismo: “pasen y vean”.



1.- RODAJE   

-Tu decisión de empezar a escribir ¿estuvo vinculada desde el principio a la apertura del blog, o ya escribías antes?
- Escribía antes, el blog vino después. Quizá como una secuencia lógica, o más bien ilógica, del escribo, luego blog; no sé, a saber. De hecho, confieso que guardo en la nevera  una novela inédita – horripilante - que leo a veces, para tener muy presente que el papel lo aguanta todo. Y claro, estoy muy orgulloso de ella. Es más, creo que todo escritor que se precie (o desprecie) debería tener una novela frost, y cuanto más horripilante sea, mejor.
                       
-¿Cómo ideaste las secciones de "Previsiones"? ¿Fue algo planificado o progresivo?
- Surgió así, de una forma imprevista. Luego me di cuenta que era un andamiaje que se adecuaba fielmente a mi modo de trabajo, a mis inquietudes. Ahora, tras dos años intensos, he decidido despedir al editor – que diría Jesus Esnaola - y que sea el autor quién decida cuándo, cómo y dónde.


-En mi opinión es una bitácora de trayectoria ejemplar. ¿Podrías darnos algún índice aproximado de crecimiento de visitas y comentarios?
- Te diré que no suelo prestar mucho interés ni tener muy en cuenta las estadísticas, pues creo que no suponen un índice de referencia para estimar la calidad de una bitácora. Actualmente el blog recibe unas 300 visitas diarias, de un total de 130.000. Insisto, no me preocupan en exceso los datos. Eso sí, debo agradecer el apoyo incondicional que la bitácora tuvo en sus inicios, y que amén de mis lectores fieles, el ciclo de orejas se renueve de forma firme y constante.

 -Durante tu proceso de publicación en "Previsiones", ¿cuántos microrrelatos no llegaron nunca a la pantalla? ¿Descartas mucho?
- No sabría decir una cifra, pero muchos más de los publicados. Tengo costumbre, antes de editar algo de forma irreversible, de alejarme y dejar que el texto sude. Sí, lo sé; más que un método podría parecer una excusa para que sea el tiempo quien decida por mí.

-¿Cuáles fueron los momentos más decisivos de tu trayectoria electrónica?
- No sé si ha existido un momento decisivo, y si ha existido no me he percatado. Confío en el trabajo diario, y soy consciente que esto es una carrera de fondo sin fondo. Así que diría que todos, que cada día,  han sido decisivos. O no.

2.- MONTAJE

  
-¿Por qué te planteaste la edición en papel? ¿Con qué objetivos?
 A nivel global creo que es necesario, imprescindible, que el género breve dé el salto al papel, más si pretende equipararse con otros géneros. La red, las nuevas tecnologías, favorecen al microrrelato, sin duda, pero una exposición excesiva y singular podría ser a la larga perjudicial. Mi objetivo: llegar a otros lectores; y una vez el libro esté en sus manos, asumir el desafío de construir al lector, de lograr que éste irrumpa en mi espacio y que sea capaz de discernir su naturaleza, sus normas, su idiosincrasia.

-¿Cuáles han sido los ejemplos próximos a seguir en esta primera salida editorial?
 Citaré – y me olvidaré – algunos nombres que han dado recientemente este salto: Manu Espada, David Vivancos, Esteban Dublín, Jesus Esnaola y Rosana Alonso. Y tengo muy claro que otros los seguirán. Son escritores a los que admiro, a los que leo de forma habitual y a los que tengo en alta estima.
  
-¿Cómo articulaste el material de tu libro? Muchos esperábamos una estructura temática más obvia (basada en Wínnappu, p.ej.)

La estructura constituye el andamiaje del libro; desde el título, los textos que lo integran y la disposición de las partes. Sentido (textos de corte realista), Sin (Textos surrealistas) y Alguno (Textos que anhelan ir más allá y que contienen una historia de amor en todas sus dimensiones).  Mi afán era que cada texto fuera independiente, pero que todos constituyeran una unidad. Por ello, el libro ofrece cotas distintas. Y hay una más arriesgada: micros en serie que se ligan y articulan entre sí a través de personajes, espacios, objetos. También, a través de la memoria y el recuerdo del propio lector. Por último, me fascinaba la idea de construir un personaje a través de distintos textos. Un personaje que fuera el mismo y no, sí pero no, al mismo tiempo. Ahí, sin duda, juega un papel fundamental  la numeración.

(fotografías del trabajo de estructuración de 'Sentido sin alguno' cedidas por el autor)
 
 







 
-¿Qué crees que aporta, en términos de creatividad, la cuidadosa selección y organización de "Sentido sin alguno"?

Bueno, no seré yo quien lo diga, pero tampoco sería lícito obviar que hay un afán por explorar los márgenes del género, más allá de su definición clásica. Me gusta pensar que el microrrelato ambiciona a lo máximo - como el cuento, la poesía y la novela - y por tanto debe regirse por las mismas normas que rigen los demás géneros, apelando, eso sí, a sus singularidades. En este extremo, y tras la brevedad, la intensidad y la narratividad, me interesa mucho el concepto de volumen, la deconstruccion de la historia, el motor inmóvil.

-¿Qué apoyo editorial te ha prestado Talentura? ¿Te has sentido respaldado?
Todo, y desde el primer momento. Talentura es una editorial independiente, pequeña, pero que ambiciona y aspira a lo máximo. El libro, al fin, es un proyecto en común; desde el diseño de la portada hasta la selección de los textos que lo integran, así que la figura del editor es primordial para dotar de una forma verosímil al contenido. Además, en mi caso, he contado con el asesoramiento de Manu Espada.

                                                  

-¿Qué esperas que suponga para ti la publicación de este primer libro?
 Espero, más allá de codiciar otros horizontes, que el libro se lea; y en un futuro poder volver a él, y advertir que no ha sido desbaratado por el tiempo.
  

3.- POSTPRODUCCIÓN

-Cuéntanos qué tipo de difusión está teniendo "Sentido sin alguno".

Citaré a Mariano, editor de Talentura, cuando se reitera en la apuesta por internet para la difusión y para la venta de sus libros. Para ello utilizamos las redes sociales (facebook y twitter) y nuestra web y nuestro blog. En un primer momento la distrubicón se focaliza en varias librerías de referencia para que el libro empiece a moverse. Una vez que se van produciendo las diferentes presentaciones y que empiezan a llegar reseñas sobre los libros, aprovechamos la repercusión para ampliar la visibilidad de los libros. Intentamos hacer llegar los libros a críticos y periodistas especializados. Es una vía que no descartamos nunca aunque es complicado que los medios hagan hueco a editoriales pequeñas y autores que empiezan.

 -¿Qué actos de presentación tienes previstos? (lugares, fechas)
 El pasado día 25 de octubre estuvimos en el Ateneo, con Araceli Esteves y Fernando Valls, dentro del ciclo Voces nuevas. El 8 de noviembre en el Festival Acróbatas, junto a Jesus Esnaola. El 17 de noviembre presentación oficial en Madrid, a cargo de Manu Espada. El 5 de diciembre, en Gavá. El 15 de diciembre en Barbera de Vallés, en la microbiblioteca, con Rosana Alonso. Y luego iremos a Nartwick, pero no sé cuándo, ni cómo.


-A partir de ahora ¿vas a seguir escribiendo microrrelatos o tienes otros proyectos literarios?
En stand by, a la espera de editor, aguarda un manuscrito conjunto de microrrelatos escrito a ocho manos, junto a Rosana Alonso, Alberto Corujo y Gabriel de Biurrun. Personalmente, tengo el pulso de escribir algo más extenso. No sé todavía si será una novela de cuentos o cuentos que integren una novela, pero ese es el margen que me interesa indagar. No obstante, seguiré escribiendo microrrelatos, porque en definitiva las historias surgen, se desnudan, y yo no soy nadie para resistirme  a sus encantos.


-Y last but not least, ¿hay vida electrónica después del papel?
 Sí, la hay; aunque en mi caso, ahora, el ritmo sea algo menos frenético y delirante. 



martes, 6 de noviembre de 2012

GALERADA


GA
LERA
DA

A treinta de julio de 1526,
ante la adversidad confirmada
bajo los augurios de la Cruz del Sur,
cabe la costa do naufragó la Santi Spiritu,
con veinte hombres a bordo luchando
contra el hambre y la sed, huimos
de tierra inhóspita y enferma:

desde Once Mil Vírgenes,
durante una expedición sin anales,
en pocos días alcanzamos Laguna Blanca.
Entre guanacos y onas vivimos, mas
hacia su invernal mes de agosto,
hasta los indígenas morían.
Mediante la oración,
para y
por la Fe,
según la inquebrantable lección y elección del agustino Diego Feijoo,
sin dolor entregamos el cuerpo para que Dios nos santificara,
so pretexto de evitar que futuros navegantes pereciesen; y
sobre las eternas olas, convertidos en almas errantes,
tras la voz de la brisa ahuyentamos las naves
mediante un lúgubre, fantasmal ulular.

Versus la tentación del infierno, Dios modifique vuestra trayectoria y os salve
vía oración y devoción a nuestra misericordiosa Señora de los Mares del Sur. 




Nota histórica: Después de la expedición magallánica, García Jofré de Loaisa partió el 24 de julio de 1525 de la Coruña al mando de siete naves y se adentró de nuevo por el estrecho en busca de una ruta hacia las Molucas, islas de las especias. Dos de las naves regresaron a España, y sólo una llegó a culminar la travesía. De camino, la Santi Spiritu, con Elcano a bordo, naufragó frente al actual Cabo Vírgenes; Elcano pasó a la Victoria y vio morir en ella a Loaisa, al que sobrevivió sólo cinco días. Que algunos tripulantes alcanzaran Laguna Blanca y convivieran con los onas es invención mía; por eso digo que no hay anales. Que se quedaran espiritualmente en la zona para advertir a futuros navegantes, también... Fue en su busca Saavedra, al frente de la última expedición española por el estrecho, al menos en dos siglos.
Nota anecdótica: El sentido de este texto se entiende mejor si se lee en voz alta, al contrario que casi todos mis demás microrrelatos. Debe ser cosa del fantasmal ulular.
Nota biográfica: Dedico “Galerada” a mi querida amiga Violeta Medina, con quien aprendí las preposiciones (hoy ampliadas por la RAE) en el cole. Tengo entendido que estos días necesita un barco para bajar por el paseo de Belalcázar, Córdoba, momentáneamente anegado. 


martes, 30 de octubre de 2012

IDENTIDAD



Yo desde luego comprendo -porque lo sé por dentro y porque me lo dice la psicóloga- que tengo un problema de identidad. He llegado a tal grado de obsesión que me identifico con mi casa. La terraza es mi infancia, el comedor mis padres, el dormitorio el parto de los chicos, la cocina mi abuela. Es como si mi memoria hubiese cuajado de pronto y mi biografía entera fuera un cubo de cemento portland. Y claro, eso no es razonable. Pero por mucho que me lo afeen, no daré el brazo a torcer: en cuanto asome la patrulla del desahucio, yo los frío con el lanzallamas. 


martes, 23 de octubre de 2012

TRÁNSITO




       Wang Yu pedalea todos los días de su casa al mercado y del mercado a casa. Con la bicicleta tira de un carro de madera que a la ida está lleno de verduras. Antes las ha recolectado cuidadosamente, con la lentitud de sus manos apergaminadas; las mismas manos que todos los días preparan té y un cuenco de arroz a la esposa enferma. Los deja a su alcance, en la mesilla de noche, y abandona la casa al silencio. Luego pedalea, pedalea hasta el mercado.
Cuando vuelve, ya de noche, Wang Yu está cansado. Sus movimientos son lentos. Desea cobijarse en la paz que acuna la casa, descansar de su propia vejez. Pero hoy el silencio es extrañamente denso. Lo ha sabido nada más llegar. Hoy, el té y el cuenco de arroz esperan intactos sobre la mesilla. Wang Yu comprende que el verdadero otoño ha llegado a su vida.
            De madrugada no acude al huerto para trabajar en los cultivos, como siempre. Hoy entrega el cuerpo de su esposa a la tierra. Reza. Después, como si hubiera hecho las paces con el mundo, echa a andar por los campos vecinos. Se interna en el prado y camina, camina solo, con la vista fija en los pies, para eludir ese resplandor áureo que despunta en el horizonte. 





sábado, 20 de octubre de 2012

LA DANZA DE LAS HORAS, de Gemma Pellicer


Son varios los libros que los amigos de este blog han dado a luz en 2012. La casualidad nos ha hecho presenciar un despunte editorial simultáneo y próximo. Hemos compartido la enhorabuena y la difusión en la medida de lo posible, y en todos los casos hubo confirmación de expectativas. La sorpresa ha sido, para mí, La danza de las horas de Gemma Pellicer, porque el formato libro difiere sustancialmente de lo que yo percibía de su escritura.
Me explico.

La edición
              ¿Qué sentido tiene editar en papel lo que ya se ha hecho público electrónicamente? ¿Para qué comprar textos que ya conocemos y que están a un tiro de clic? Esta pregunta habitual tiene una respuesta clara en el libro de Gemma.
            Empecé a entrar en Sueños en la memoria hace un par de años, pero el blog llevaba en funcionamiento desde 2006. No me remonté a los inicios, y tampoco lo seguí exhaustivamente. Además de microrrelatos había aforismos, retratos, definiciones, fotografías, etc., y yo iba a lo que iba; purista. Sin embargo, disfrutaba del lenguaje reflexivo y depurado, del enfoque insólito y de la singularidad de la bitácora.

            Ahora, La danza de las horas (Eclipsados, Zaragoza 2012) ofrece un centenar de textos organizados en tres partes que guardan proporción: Perplejidades, Infortunios y Máscaras. Tres bloques unidos por el sentido temático que el subtítulo sugiere, pero también por criterios formales que les dan una coherencia más sutil, basada, en mi modesta opinión, en el trayecto que recorre la autora en materia de exploración literaria. Un progreso y una búsqueda que el día a día del blog no hacía perceptible.
      


Partes
         Perplejidades. Los primeros textos se apoyan en definiciones, utilizan caligrama, presentan diálogos abstractos (con la naturaleza, el gigante, el futuro) y se centran en temas principalmente reflexivos. Predominan los personajes anónimos, sin profesión ni relaciones con otros personajes, que habitan en un tiempo imperfectivo. El conflicto, casi invariablemente, se oculta en su mente. A veces el lector puede sentirse a una gran distancia de esta voz narrativa, en mi opinión demasiado centrípeta.
            Infortunios. Los relatos de la segunda parte exploran la metaliteratura, el proceso creativo y el lenguaje. Aquí se evidencia la formación de la autora y se revela la capacidad de transformación de su lenguaje, que deja paso a una ironía intelectual, contenida. Cortázar, Fray Luis de León, la mitología griega, Aub o Chuang Tzu figuran entre sus alusiones, aunque también surgen estupendos relatos directamente vinculados al mundo de la emoción, como “La niña requetegorda” o “Blanca y tibia”.
         Máscaras: El último apartado abre paso a una mayor acción narrativa. El humor flexibiliza el lenguaje haciéndolo más coloquial, más vivo, y los temas van abandonando la reflexión para apostar por el juego. Personalmente, es la parte que más me gusta. Algunos toques surrealistas, en “El ojo de cristal” o “Vestidos para la ocasión”, se abren a un territorio que invita a pedir más.
           Hay, por supuesto, unidad de voz en las tres partes.
           
Interpretaciones    
            Probablemente la experiencia como antóloga de Gemma Pellicer tenga que ver con la disposición de estos textos y con el espíritu que guía el libro. A la pregunta que me hacía arriba, para qué publicar, respondería ahora que para dejar constancia de un camino empezado, de una trayectoria consciente y de un trabajo con sentido.
            Pienso que la coherencia de La danza de las horas responde a una elección muy meditada. Que la escritura es, para Gemma, un reto intelectual. La suya no es una experimentación intuitiva, desbordante o aleatoria; es el producto de un rastreo sistemático. Hay mucha lectura detrás de sus piezas. Las frases vuelven constantemente sobre sí mismas para matizarse, el vocabulario es deliberadamente culto, depurado, de sonoridad poética, y los temas responden a etapas de un proyecto. El que quizá aborda más veces, el escritor en proceso creativo, revela un constante autoanálisis y, me atrevería a decir, hasta la predilección por algo que rechaza uno de sus personajes: “la estupenda edificación de su ingenio”. 



 Danzar durante horas
         El otro gran tema conductor del libro es, por supuesto, el tiempo. Apresar el tiempo, organizarlo, sacarle partido. Ser un personaje pleno, un buen narrador, un autor completo. Quizá, vivir de una forma consciente, ser el vigía de cada elección... A través de su necesidad de plenitud, conocemos mejor a la autora; una autora con recursos y ambiciones.
              Para terminar os dejo con uno de los microrrelatos de La danza de las horas que me parece representativo de lo dicho arriba:


Identidades en fuga

Cada vez que el escritor se dispone a escribir, pacta con el narrador que le representa que interprete sus anhelos, con el fin de dar forma narrativa a cuanto hasta entonces sólo había sido un amasijo de ideas y sentires.
De igual modo, cada vez que el narrador se decide a poner por escrito las ideas dictadas por el otro, no es extraño que sienta su identidad amenazada ante lo que considera un abuso de autoridad, circunstancia que lo fuerza a traicionar a su homólogo, según aprecia y reconoce el mismo autor.
Desde entonces, y en justa correspondencia, los autores han adoptado la sabia costumbre de negar la veracidad de cuanto relatan sus narradores, sin que logren, la mayoría de las veces, conciliar sus respectivos pareceres. Así las cosas, mientras el autor tiene que conformarse con la ficción del reconocimiento público, el narrador logra realizarse tan sólo sobre el papel.





Gemma Pellicer (Barcelona, 1972) es licenciada en Filología Hispánica y Periodismo. Ha cultivado la crítica literaria en diarios y revistas como Avui y Quimera. En colaboración con Fernando Valls ha publicado la antología Siglo XXI (Menoscuarto, 2010). Sus micros figuran también en la antología Mar de pirañas (Menoscuarto, 2012). Trabaja como editora y correctora.


martes, 16 de octubre de 2012

¿POR QUÉ SÓLO APRECIAMOS LAS PROMESAS ROTAS?



La señora María ha elegido el día de hoy para cortarse las uñas. Las veinte. Sentada en la tapa del inodoro (no está para equilibrios de taburete) sumerge los pies en el bidet. Se hace los pies (lima las callosidades) y luego envuelve pieles y uñas en un trozo de papel higiénico, que tira al váter.
Un laberinto de desagües después, el apetitoso manjar llega al cocodrilo de cloaca. Escamas de humano es mejor que nada. Educado en la austeridad, pero heredero de instintos ancestrales, el monstruo albino paladea el bocado y lo dormita en una lenta digestión. Soñar le alarga el disfrute de la delicatessen del día.
Es verdad que la mala suerte ha relegado a Antonio al peor puesto del alcantarillado, y que suele despotricar por ello, pero hoy reza con ferviente gratitud al toparse con el cocodrilo que ronca. Pensar que lo había tomado por una leyenda urbana. Pensar que está a un palmo de sus horribles fauces. Pensar que se acuerda de su madre cuando ve callosidades en las zarpas. Pensar que ella solía decirle: te protegeré siempre




martes, 9 de octubre de 2012

ARMONÍA UNIVERSAL




     Rodrigo abrió un restaurante ruidoso al pie de la carretera. Acudían a él transportistas de largo recorrido, corredores agrícolas, apremiados comerciantes y conductores de tractor. Regaban con cerveza de barril rápidas raciones de riñones, repollo relleno, tripas de cordero o jarretes con rúcula. Radiante de éxito, Rodrigo proclamaba su ruda y próspera empresa con la mayor risotada tabernaria. 
     Su mujer, a un lado, murmuraba el mal de la melancolía: verme morir entre memorias tristes, recriminaba mustia. Mal vamos, advirtió el poeta.
      A los pocos meses el bar de la carretera desapareció.
     El silencio se desliza por las sombras del local vacío. Suenan los ecos de voces que no están. Un susurro insiste en desvelar los secretos: los suspiros de Silvina, que suplantó signaturas, sugieren falsos informes fisiológicos que su esposo creyó fiables. Pero no hubo neumólogo ni fibrosis; sólo sibilina falsedad.
     Por suerte el poeta es el único que lo sabe. Ajenos a la música de las esferas, los demás viven felizmente sordos.



martes, 2 de octubre de 2012

TÉCNICAS DE INSEMINACIÓN ARTIFICIAL PARA ESCRITORES


     

     La soflama es una flor silvestre, de aspecto seco, que habita las regiones más recónditas de la Meseta Central. Suele crecer al abrigo de los garrulos. Tiene un tallo fino, secamente aterciopelado por un plumón jocoso, cuyas propiedades alucinógenas son muy preciadas por los escritores noveles. Su extracción, sin embargo, es difícil. Se requiere la manipulación de dos mariquitas macho, que roen la superficie pilífera sin ingerir el producto. Tal acción micropodadora debe recogerse en un pañuelo de seda abisal, pues cualquier otro tipo de tejido integra inmediatamente las fibras en su trama y hace que el polvo mágico desaparezca. Basta con obtener dos gramos de este polvillo para poder estornudarlo sobre un editor incauto que, infaliblemente, centrará toda su atención sobre el ejecutante y le propondrá una edición de lujo de su obra.

martes, 25 de septiembre de 2012

A LA CAMA SIN CENAR




Llaman a la mesa pero no importa, aún tengo tiempo para la última réplica. Maldición: el Anfitobeum la ha previsto, alza las alas y escupe un rayo de fuego. Me queda un Ataque Agua. Disparo y el chorro entra por sus fauces. Cae de espaldas, fulminado. Humea, intenta levantarse. Dicen que estoy muy mayor para jugar a esto pero oigo ‘¡estamina baja!’ y no puedo dejarlo, tengo que hacer un último esfuerzo para pasar de nivel. Activo el Bono Estamina que he ganado con el impacto y un rugido l.000 decibelios rompe sus tímpanos alienígenas y me coloca tres estrellas en el vértice, y una vida.
La consola vibra, una gran onda expansiva incinera la pantalla y alguien dice a lavarse las manos, a comer. ¡Maldita sea!, hay Partida Nueva y un Mentoniak salta a la arena, furioso. Imposible dejarlo ahora. Es un Mentoniak Blue y avanza decidido hacia mí. Sé que tiene una Burbuja Eléctrica; si me adelanto, aún puedo interceptarla.
El Mentoniak levanta la cola de escorpión y por una fracción de segundo sé que debo empuñar el escudo, pero la tercera llamada a la mesa me distrae, titubeo y no lanzo el ataque.
Mi perdición. Culebrea a una velocidad de mil demonios y con su alfange de escorpión me cercena la cabeza a la altura de los cuernos. Noto cómo el cerebro me salta por los aires, me estalla el pecho y mi sangre verde salpica alrededor mientras un tintineo de fondo proclama que los puntos se acumulan fatalmente en el marcador contrario.


Para David (que siempre cena).